Historia

¿De dónde venimos?

Evolución de la Ikastola: desde 1966 hasta la actualidad


Las ikastolas han tenido unos orígenes muy especiales de un territorio a otro y, en el mismo territorio, de un municipio a otro. Las ikastolas son buenos testigos de la diversidad de la sociedad vasca, tanto en su creación como en su desarrollo.

El fenómeno que hoy entendemos y conocemos como ikastola se inició a principios de los años 60 por iniciativa social, siendo los titulares las familias de las niñas y de los niños, y acompañados por profesores y profesoras y varios ciudadanos y ciudanas. Ahí empezó la ikastola en un ambiente urbano, en la calle, como escuela social ciudadana. La creación de las ikastolas no fue, por tanto, fruto de una planificación o diseño precocinado; sino fruto de una elección personal y colectiva. La elección personal de las familias respondía al deseo de educar en euskera y de una manera diferente.


Décadas 1960-70

En 1965 se plantó en el bar 'Gure Etxea' la primera semilla de la ikastola Landaberri. ¿Por qué no una ikastola en Lasarte? Ante la situación, Germán Rekondo, que pertenecía al grupo reunido, se mostró dispuesto a dejar un piso que tenía en la casa Aizpurua de Lasarte-Urnieta. Dentro de aquellos años de alegalidad (falta de autorización oficial, 1962-1969) surgió en Lasarte el afán de crear una ikastola surgida del pueblo y para el pueblo.

La ikastola arrancó en la sede André Joakina-enea en el curso 1966-67. En 1968, el Gobierno español declaró el estado de excepción en todo el país, lo que dificultó mucho las discrepancias sobre la legalización. En ese difícil portazo, acudieron a la iglesia de Lasarte para pedir protección. En 1970 obtuvo la legalización bajo el nombre de Escuela Parroquial Lander.

Para el curso 1969-70 el edificio se quedó pequeño y los niños se repartieron por los locales del pueblo: la planta alta que tenía la parroquia contra el caserío Uistin, la casa Barbe del barrio de Sasoeta, la farmacia que había quedado libre y la casa de dos pisos que tenían las monjas de Lasarte junto a su casa.

La Ley de Educación de 1970 supuso una enorme transformación en las ikastolas de Hego Euskal Herria. Las ikastolas tenían hasta entonces un régimen clandestino, extraordinario. Y la ley de 1970 obligó a iniciar, a cambio de financiación, una vía: la implantación de la EGB. No ser escuelas infantiles vacías, en otras palabras. Al hilo de esta ley, más tarde Landaberri pasará de estar ligada a la iglesia a ser una cooperativa.

En consecuencia, la ley de 1970 supuso centrar a las ikastolas. Olvidarse de los conflictos y ponerse a cumplir con lo que marca la ley. Por lo tanto, en cuanto a la infraestructura, las ikastolas conocieron cambios enormes. En el caso de Landaberri, en el curso 1972-73 se desplazó al callejón de Usurbil. Inmediatamente se unió a la ikastola Luberri de Usurbil (primera unificación) y se creó una nueva asociación con padres de ambas ikastolas (Landaberri Kooperatiba).

Toda la situación de años anteriores obligó a la ikastola a realizar una gran inversión y tras muchas negociaciones, se hizo con unos terrenos en Zubieta. En enero de 1977 los niños se incorporaron a la nueva ikastola, hoy edificio de Primaria.


Décadas 1980-90

En aquella década de los 80 se produjeron numerosos cambios en el contexto sociopolítico. Durante la transición española, en lo que se refiere a la organización territorial, se creó la Comunidad Autónoma del País Vasco y se descentralizaron en parte las decisiones educativas que hasta entonces estaban totalmente centralizadas.

Con la entrada en vigor de la LOGSE en 1993, los alumnos tenían que estudiar desde entonces no hasta los 14 años, sino hasta los 16. Esto supuso algunos cambios estructurales en la ikastola Landaberri.

En mayo de 1993 vino la reflexión sobre la ley de la Escuela Pública Vasca. Landaberri apostó por la integración de las ikastolas en la red pública. En 1995-96 se firmaría la segunda fusión. En ella se unieron a Landaberri las ikastolas Garaikoetxea y Ageri-Alde de Usurbil. Gracias a esto, los pequeños se trasladaron al edificio Garaikoetxea y los más grandes a lo que es el IES Landaberri.


En 2016, la ikastola Landaberri cumplió 50 años celebrando diversas actividades especiales.


Tras un largo y abrupto camino, en la actualidad, el Proyecto Educativo Landaberri acoge todas las etapas obligatorias en la organización educativa uniendo ikastola e instituto. El carácter de este proyecto se establece sobre dos bases fundamentales: la promoción del euskera y la cultura vasca, y la apuesta por garantizar e impulsar la diversidad.